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SIURANA
La
primera vez que ves el pueblo de Siurana, éste se te queda grabado en la retina
para siempre. Seguramente uno de los pueblos más bonitos de Cataluña.
Siurana
con su belleza excepcional y protegida por enormes acantilados, se convirtió en
un enclave estratégico dominando un extenso territorio que abarcaba parte de
las actuales comarcas del Priorat, Baix Camp, Alt Camp y Conca de Barberà. De esta época data la leyenda de la Reina Mora, que viéndose
rodeada, prefirió saltar con su caballo por un precipicio antes que caer en
manos del enemigo. Se pueden ver las pisadas del caballo en la roca antes de
precipitarse al vacío en el Salto de la Reina Mora.
Tras
la incorporación de la población a los dominios francos, el castillo pasó a ser
prisión, hasta su decadencia total. Todavía podemos ver los restos de la
fortaleza árabe y contemplar la parroquia de la Mare de Déu de l’Aigua,
edificio románico que data del siglo XII, mientras caminamos por las tranquilas
y empedradas calles de ‘Ciurana’.
EL MONTSAN
Siurana de Prades, conocido simplemente como Siurana, es un
pueblo pequeñito que pertenece a Cornudella del Montsant (Tarragona), y que
está encaramado en un peñón de piedra caliza, a unos 150 kilómetros de
Barcelona. Algunos lo definen como el pueblo más fotogénico de la comarca del
Priorat, ya que por su posición estratégica, protegida por la sierra de
Gritella, ofrece excelentes vistas a valles y acantilados con puestas de sol
espectaculares y dignas de fotografiar y compartir. Además también puedes
pasear entre sus calles que te teletransportarán al medievo catalán, y te
permitirán descubrir las leyendas moriscas del último bastión musulmán de
Cataluña. Sobre esta localidad, el poeta catalán Josep Carner escribió los
versos: Allà dalt és Ciurana, aspra i ardida,/ ben arrapada a la salvatge
altura…”
Siurana viven apenas 20 personas, cosa que le confiere aun más
encanto para los amantes del senderismo o de la escalada, y lo convierte un
lugar ideal para relajarse un fin de semana en alguno de sus hoteles o
albergues. Todas las calles y caminos de Siurana conducen al risco conocido
como Salto de la Reina Mora por la leyenda que narra que desde ahí saltó la
hija del walí (gobernador de Siurana) y hermosa reina mora Abdelazia a lomos de
su caballo blanco para evitar ser sometida al ejército cristiano en 1153. En
este mirador se puede observar la supuesta huella de la herradura del caballo
que dejó éste antes de frenar al borde del precipicio y dejar que la reina saliera
despedida por el acantilado debido a su instinto animal de supervivencia.
En esta privilegiada atalaya, los sarracenos levantaron un castillo a la entrada del pueblo, cerrando así todo acceso posible y convirtiendo a Siurana en una villa inexpugnable durante casi 300 años.
No fue hasta el año 1154 que Beltrán de Castellet tomó la villa, cuando la mayoría de enclaves que rodeaban a la marca de Siurana, ya habían caído en manos cristianas.
También podrás disfrutar, por supuesto, de las excelentes vistas de las cimas de las montañas de Prades y del pantano de Siurana.
En el pueblo puedes visitar varios lugares de interés histórico como la Iglesia de Santa María de Siurana, una construcción de la época románica que se conserva íntegra desde el siglo XII, con una planta de nave única y ábside semicircular. La iglesia no está abierta al público pero se puede ver su interior a través de la superficie acristalada de la puerta. También son dignos de visitar los restos del castillo árabe de la localidad, que constituía en su momento un establecimiento militar de control. Esta fortificación fue conquistada por Ramón Berenguer IV y sirvió a las reinas catalanas como dote para garantizar pactos y préstamos, incluso como presidios de personajes de cierta categoría.
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